El certificado energético es un documento que acredita la demanda energética que utiliza el inmueble cuando se utiliza al vivir. Tiene en cuenta la refrigeración, agua caliente, iluminación, sistemas de ventilación y calefacción.

Este certificado energético está regulado por la Directiva de eficiencia energética en edificios, siendo la norma principal europea dedicada a garantizar el cumplimiento de los objetivos de la UE. Que se hace referencia a las emisiones de gases de efecto invernadero, del consumo energético y eficiencia energética y de generación de energía a partir de fuentes renovables.

Para determinar si un edificio tiene un gasto energético menor que otro o viceversa se utiliza una clasificación por letras, desde la “A” siendo esta la más eficiente energéticamente hasta la “G» siendo esta la menos eficiente de todas. Por lo que es mejor tener un edificio con certificado energético “A» que significa que consumirá mucho menos energía que si tuvieras una »E”,»F” o»G”. También en este certificado está recogido la cantidad de emisiones de CO2 que emite el edificio dependiendo del tipo de energía que consuma el edificio siendo las renovables las más eficientes en este aspecto. El consumo de esta clasificación es el siguiente:

Escala calificación energética: consumo de energía

Clase	Consumo
A	Inferior a 44,6 kWh/m2/año
B	Inferior a 72,3 kWh/m2/año
C	Inferior a 112,1 kWh/m2/año
D	Inferior a 172,3 kWh/m2/año
E	Inferior a 303,7 kWh/m2/año
F	Inferior a 382,6 kWh/m2/año
G	Superior a 382,6 kWh/m2/año

Escala calificación energética: emisiones CO2

Clase	Consumo
A	Inferior a 10 KgCO2/m2/año
B	Inferior a 16,3 KgCO2/m2/año
C	Inferior a 25,3 KgCO2/m2/año
D	Inferior a 38,9 KgCO2/m2/año
E	Inferior a 66 KgCO2/m2/año
F	Inferior a 79,2 KgCO2/m2/año
G	Superior a 79,2 KgCO2/m2/año

Por lo cual el certificado energético “G” significa que es un edificio de muy baja eficiencia energética, la más baja de todas y respecto a las emisiones de CO2 es la que más emite de todas. Si se tiene una vivienda con esta certificación energética “G” se recomienda el uso de mejoras de sistemas pasivos, cambiar a unas ventanas aislantes es una buena opción ya que la mayor parte del frío y del calor se pierden a través de estas. Otra forma de mejorar el sistema pasivo es mejorar el material aislante de los muros que dan al exterior de la vivienda, estos cambios pueden suponer una pequeña mejora y notarse en el consumo mensual un poco.

Pero si deseas un cambio en el consumo importante tendrías que mejorar los sistemas activos pero estas mejoras ya son más costosas y requieren obras, un ejemplo sería la instalación de paneles solares.

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